martes, 3 de mayo de 2011

El libro de la muerte


1869, Gran Hanglenton :
Corría Diciembre cuando en la casa de la familia a la cual pertenecían los Duques de Burdeos, llegaron nuevos visitantes, entre ellos una niña la cual era muy curiosa y vivaz , entre sus muchos pasatiempos se encontraba mas allá de los gustos de toda niña de sociedad, el de meterse en problemas por lo que era reprendida por su madre, debido a que siempre le causaba un gran "dolor de cabeza" , pero ese día por mas de que ella pensara que iba a comportarse , ese no seria la excepción.
Tan pronto llegaron y tras revisar las habitaciones de su nueva casa la familia decidió arreglar su equipaje, en las múltiples habitaciones dejando a la pequeña sola para que explorara la casa. Tras haber recibido ese permiso no se hizo de esperar y comenzó a ver cada rincón.
Luego de unas horas encontró la biblioteca, la que sorprendentemente todavía mantenía los volúmenes de los libros que pertenecieron a los antiguos propietarios. Por lo que la curiosidad como al gato la atrajo a ojear las apergaminadas paginas. No supo cuanto tiempo paso ni cuanto permaneció en la habitación, quizás horas, días, o quizás la vida entera, pero al salir de la misma, y tras intentar observar su reflejo en un espejo lo único que percibieron sus ojos fue una figura nítida y transparente que luchaba por darse a conocer en contra de los deseos del astro rey.
Al mismo tiempo ella pudo percibir a través de la ventana, la cual vio mediante el espejo, como un gran tumulto de personas se agolpaban con el fin de entrar a su hogar por lo que alarmada decidió bajar presurosa; a un sin ser conciente de lo que le había ocurrido hacia la entrada principal dejando a todos aquellos que habían logrado penetrar en la casa pálidos como la cera cosa que genero que ellos propinaran un grito aterrador que alarmo sobremanera al resto de los chicos los cuales se encontraban tras ellos :
-¡Ahhhhhhh!
Ante esto la pequeña los miro extrañados y pregunto:
-¿Por que gritan?
Por lo que uno de los chicos que había logrado salir del shock dijo todavía asustado:
-Estas... tu estas... ¡Muerta!
-Eso es imposible ayer mis padres y yo nos mudamos a esta casa, ¿ustedes quienes son? yo tengo siete años y me llamo Mary Melbrook dijo ella dejándolos sorprendidos.
Entonces una chica se acerco a ella y con una dulce sonrisa la abrazo a la vez que lloraba de sorpresa y alegría y dijo a sus amigos:
-Era verdad, ¿no lo ven?, es ella la chica de la tragedia de 1869.
-Si, la de hace 130 años
Entonces la niña pregunto extrañada:
-¿130 años?, ¿tanto ha pasado?
-¿Es que acaso no te has dado cuenta?, desde ese día eres la comidilla del pueblo luego de ese extraño accidente.-le dijo la joven que la había abrazado minutos antes la que se llamaba Elizabeth.
-No, lo único que me acuerdo es que entre a la biblioteca, veía un libro y luego nada mas.
-Que extraño- dijeron todos
Luego la niña les dijo de forma amistosa:
-¿Quieren entrar a mi casa?
-Bueno-respondieron aceptando de esta forma la invitación
Por lo que ella los invito a pasar y tras mostrarles todo lo que ella conocían de la mansión, obviando la biblioteca, debido a que no deseaba entrar nuevamente allí por lo dicho por la chica que acababa de conocer, de la cual con el tiempo se hizo gran amiga todos marcharon nuevamente a sus casas contentos y a la vez sorprendidos por el gran misterio que habían develado.
Más siempre volvieron a verla de vez en cuando y nunca dejaron de frecuentar la vieja casona, en la que ellos habían encontrado y/o develado un gran misterio, el cual viviría para siempre en sus corazones y en sus mentes a la vez que en las ajadas paredes de aquella casa en un fantasma.
Pero todavía quedan muchos secretos por develar como hijos de los que formaron el grupo de amigos siempre en compañía de aquel ser tan especial. ¿Cuales serán estos?
Eso pronto lo descubrirán en otro libro de esta extraña y bella historia.

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